martes, 13 de abril de 2010

La valentía de un bonsai















Este año, para mi cumpleaños, mis amigos me regalaron un bonsái amen de otras cosas.
Muchos dijeron que no iba a pasar de esa noche. Pero paso esa noche y a otras mas.

El tiempo fue pasando y me encariñe con él. Su nombre, Torcuato. Sentía que tenia que bautizarlo, al fin y al cabo era como un perro que me hacia compañía. No hacia gran cosa, pero ahí estaba. Verde y resplandeciente para darme los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches.


Sin embargo, con el paso de los días, te fuiste apagando poco a poco.

Supongo que yo me dedicaba a vivir la vida y a olvidarme de regar bonsáis. Perdiste mas y mas mecha, hasta parecer un triste dibujo de lo que eras.
















Pero yo se que eres valiente. Se que no te vas a rendir tan fácilmente. Porque te he visto. Si. He visto como quieres brotar. He visto como por dentro aun eres verde. Que aun vives. Al menos eso es lo que quiero creer.



Así que os pediría, si alguno de vosotros es creyente de alguna religión, que rezarais a vuestros dios pidiendo que este pequeño engendro que es ahora, se convierta en un vigoroso bonsái orgulloso de llamarse Torcuato.

Yo por mi parte le he cortado el pelo y lo he dejado rapado al 0, que eso dicen los calvos que funciona para que te salga mas pelo. No se, a mi no me preguntéis. Eso son cosas de calvos.

Ahora ya solo toca esperar. ¿Sera valiente el bonsái?



¿O serán estas las ultimas hojas que veremos del pobre Torcuato? Prometo contarlo.

2 comentarios:

Heela dijo...

jajajaja jaimito, no sabes lo identificada que me siento con tu historia, más que nada porque a mí ya sabes que me regalaron uno, y viví su muerte paso a paso. Te digo que al mío cuando estaba seco le salío cesped y champiñones alucinógenos alrededor, pero por mucho que lo mimé no resucitó. Entonces me dediqué a cuidar a los champiñones que le salieron...total ¿ y si se reproducían a lo bestia y podía vivir de ellos el resto de mi vida?jajaja y salieronn hasta gnomos :P. Mi madre al final optó por tirarme el cacharro lleno de seres extraños a la basura :S.

Pero no me digas que no tiene su encanto ese trocito de ramas secas, es different xDD.

Tomás dijo...

Acho, cómo mola. Espero que se recupere tu matujo.

A mí, en un cumpleaños también, me regalaron un cactus. Moló hasta que lo puse en el alféizar de mi ventana para que tomase el sol. Ese día vino una de las mayores ventoleras que recuerdo. Se fue al la mierda mi cactus :(

Besitos!